La policía inglesa ha advertido del aumento en los casos de personas que están siendo torturadas debido a que se las tacha de brujas.
La advertencia la generó el caso de Kristy Bamu que fue torturado y asesinado por su propia hermana y el novio de ésta, sobre la base de que era un brujo kindoki. El aumento de estos casos se debe a una creencia cada vez más generalizada en África occidental que proclama que los niños pueden ser poseídos por espíritus malignos. "Sabemos que este es un tipo de crimen muy poco reportado y un delito oculto", dijo Terry Sharpe, el jefe de una unidad policial especializada que investiga los casos de esta naturaleza. Otro caso esa misma semana está relacionada con otra pareja londinense, que fue declarada culpable de torturar hasta la muerte a un joven de 15 años de edad, una vez más con el pretexto de que estaba poseído.