Quizás, alguna vez nos hemos preguntado qué fuerza orienta la aguja de una brújula siempre hacia el norte. La razón es que la aguja de la brújula está imantada, y es sabido que un imán grande atrae siempre a uno más pequeño. Nuestro planeta es un gran imán cuyo polo norte atrae la punta de la aguja imantada de todas las brújulas.
La Tierra actúa como un electroimán planetario cuyo campo magnético es debido, sin duda, a corrientes eléctricas que recorren el núcleo de hierro que constituye el centro de nuestro planeta, provocadas a su vez por la rotación del mismo. La aguja de la brújula sometida a la acción del campo magnético terrestre se orienta con arreglo a una dirección que varia según los lugares. En nuestras regiones esta dirección es sensiblemente la dirección Norte-Sur y varia muy ligeramente con el transcurso del tiempo.