Las mandíbulas de las serpientes están sujetas por pliegues elásticos llamados ligamentos. Esto les permite abrir tanto la boca que pueden engullir animales enteros tan grandes como cerdos y ovejas. Las costillas de las serpientes también se mueven para abrir espacio a la presa. Deben tragar el alimento entero pues sus dientes no están diseñados para morder ni masticar.
Algunas serpientes matan primero a la presa con el veneno de sus dientes antes de engullirla. Otras, como las pitón y las boa constrictor, se enrollan en el cuerpo de sus víctimas y aprietan hasta dejarlas sin vida. Las pitones y boas son las serpientes más grandes y las que mayores presas pueden cazar. Una vez se encontró una pitón que acababa de tragarse un oso. Otra, un leopardo. Las presas grandes les duran mucho tiempo, por ello algunas serpientes sólo comen una vez al mes.