Las sentencias a prisión más prolongadas que se registran fueron las siguientes: de 7.109 años impuesta a dos embaucadores de Irán (antigua Persia) el 15 de junio de 1969. La duración de las sentencias era proporcional a la cantidad que ellos habían desfalcado. Una sentencia de 384.912 años se pidió para Gabriel March Granados, de 22 años, en Pahua de Mallorca, España, el 11 de mayo de 1972, por no haber distribuido 42.768 cartas.