Incontables millones de diminutos animales demasiado pequeños para ser vistos sin un microscopio viven en el mar. Algunos de ellos tienen el largo nombre de foraminíferos. Bajo el microscopio estos pequeños animales parecen joyas. Cada uno tiene una cáscara o caparazón que se ha hecho por sí mismo.
Hay diferentes tipos de foraminíferos. No todos hacen sus conchas del mismo material. Sin embargo, un gran número de ellos hacen sus caparazones de la cal que se se encuentra en el agua. Cuando estos animales mueren, sus conchas permanecen y caen al fondo del agua.
Estos animalitos microscópicos han vivido en la Tierra durante millones de años. En algunos lugares hace mucho tiempo vivían en tal número que sus caparazones formaron un estrato de cientos de metros de espesor en el fondo del mar. Con el paso del tiempo el fondo del mar se elevó a tierra firme. El estrato de conchas se convirtió en una capa de roca blanca. Esta roca blanca es una especie de piedra caliza que llamamos creta, material con el cual se hace la tiza, o, como se le dice en México, gis.
Los famosos acantilados blancos de Dover en Inglaterra son de creta. Hay capas de creta en Kansas y en otras partes de los Estados Unidos que están lejos del mar.