En 1988 Sergéi Bubka, considerado el mejor saltador de garrocha de la historia, se convirtió en el primer atleta que superó los 6 metros de altura.
Pero el récord máximo lo consiguió el 21 de febrero de 1993, cuando Bubka, que estaba en Donetsk, Ucrania, su país natal, consiguió saltar con su pértiga 6,15 m en pista cubierta (indoor).
Bubka también tiene el récord de salto con pértiga al aire libre (outdoor) con 6,14 m.