La mayoría de las cosas se expanden cuando se calientan aunque es probable que no se note. Si se va a colocar un vaso de vidrio en una cacerola con agua y se calienta el agua poco a poco, todas las superficies del vidrio se expandirán uniformemente, haciendo que el vaso entero se expanda al mismo tiempo.
Pero si se vierte agua hirviendo en un vaso frío, la superficie interna del vaso se calienta primero y se expande más rápido que la parte exterior. La presión que origina este calentamiento de la superficie interior es tan fuerte y repentina que golpea la parte exterior del vidrio rompiendo el vaso entero.