Muchos científicos creen que en algún momento durante este siglo, los casquetes polares se derritirán, los océanos subirán de nivel, y muchas ciudades costeras y tierras serán inundadas.
Ellos llaman a este gran deshielo del "efecto invernadero". Creen que el hombre está convirtiendo la tierra en un invernadero como los usados para cultivar plantas en ambientes protegidos. El vidrio utilizado para construir estos invernaderos, retiene el calor del sol y los mantiene calientes.
Según estos científicos, el hombre está volviendo la atmósfera de la Tierra en una especie de ventana que permite que el calor del sol entre, pero sin dejarlo escapar. Debido a que el calor no escapa, la temperatura de la Tierra seguirá aumentando lentamente hasta que esté lo suficientemente caliente como para derretir el hielo en los polos y causar grandes inundaciones.
Culpan a este incremento de calor a todo el carbón, el petróleo y el gas que se quema en el mundo. La quema de los llamados combustibles fósiles añade dióxido de carbono a la atmósfera, este gas evita que el calor del sol escape de la atmósfera de la Tierra.
El dióxido de carbono actúa como una ventana de efecto invernadero, dejando que entre el calor, pero no dejándolo ir otra vez. Estos científicos creen que la única manera de evitar que este gran deshielo se produzca, el hombre debe en gran medida reducir la cantidad de dióxido de carbono que añade todos los años a la atmósfera.
Esto sólo puede hacerse mediante la reducción de la cantidad de combustibles fósiles que quemamos.