El ámbar es una gema que tiene un origen vegetal. El ámbar es resina fosilizada, una sustancia que desprenden ciertos árboles.
Generalmente de color amarillo o marrón, el ámbar es una piedra semipreciosa, lo que significa que es valiosa, pero no tan valiosa como un diamante, un rubí o una esmeralda. Algunas de estas piezas de ámbar cuando estaban en estado líquido cubrieron los cuerpos de antiguos insectos, algunos de ellos de hace muchos millones de años.
La forma más antigua de hormiga conocida es una diminuta criatura parecida a una avispa que se encontró en un pedazo de ámbar. Esta hormiga quedó atrapada en una gota de resina que brotaba de la corteza de un árbol. Como no se pudo liberar, la hormiga pronto fue completamente cubierta por la espesa y pegajosa resina.
Finalmente, la resina endurecida cayó al suelo con la hormiga dentro. Permaneció enterrada hasta que en 1966, dos coleccionistas de rocas la encontraron. Dentro de la piedra clara y dorada, la hormiga se veía exactamente como cuando vivía hace 100 millones de años.