Mónaco está rodeada por Francia en tres lados. Pero a diferencia de Francia, Mónaco no exige impuestos a sus ciudadanos, y al pueblo de Mónaco le gustaría que las cosas permanecieran así.
Pero Mónaco algún día podría perder su libertad de impuestos y su independencia, no mediante la guerra o invasión, sino por un accidente de nacimiento.
Mónaco ha sido gobernado por la familia Grimaldi desde 1297. La línea de Grimaldi se extinguió en 1731, pero un pariente de la familia se hizo cargo como gobernante de la nación y cambió su nombre a Grimaldi. Según un tratado firmado con Francia en 1918, Mónaco se convertirá en parte de Francia y estarán sujetos a los impuestos franceses, si la familia Grimaldi deja de producir un heredero varón. Incluso si el príncipe gobernante tuviera un gran número de hijas, Francia tomaría el control cuando este gobernante muriera sin un hijo varón.
El pueblo de Mónaco, los monegascos, como se les llama, están a salvo por el momento de los impuestos franceses, ya que el Príncipe Rainiero tuvo un hijo en 1958, Alberto, quien actualmente es el gobernante del pequeño principado.
Alberto aún no tiene hijos legítimos; sin embargo, hace poco se promulgó una ley que le permite al hijo varón de la hermana mayor de Alberto, Carolina, tomar el cargo del Principado si Alberto muriese sin dejar descendencia.
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