Durante la década de 1890, cuando las películas eran algo nuevo, no había tal cosa como una sala de cine. Los filmes se mostraban por lo general entre los actos en los espectáculos en vivo.
Pero entonces un hombre emprendedor de Pittsburgh, Pensilvania, se hizo cargo de un almacén vacío, colocó 92 asientos, una pantalla y un piano, y abrió la primera sala de cine en los Estados Unidos.
Se le llamó nickelodeon, ya que el costo para entrar era de un ‘níquel’ (5 céntimos de dólar), mientras que ‘odeon’ significa "teatro" en griego. La primera película en mostrarse fue El Gran Robo del Tren.
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