La avanzada cultura maya

La civilización maya estableció una superioridad intelectual sobre otras culturas indoamericanas. Lo anterior se manifestó en su lengua y escritura, en su concepción del universo y en sus conocimientos matemáticos.
El sistema de registro temporal, que compartió con otros grupos mesoamericanos, constituye un importante instrumento de registro histórico y astronómico. Últimamente se ha descubierto que las inscripciones que conforman el calendario son más seculares de lo que se creía, pues también contienen datos sobre los nacimientos, ascensiones, matrimonios y victorias militares de las dinastías reinantes. Hasta ahora se desconoce el significado de los signos ajenos al registro temporal, pero se sabe que el lenguaje clásico de las inscripciones es diferente al maya que se utilizaba cuando la conquista española, seis siglos posterior a la caída del período clásico. La escritura perteneciente a dicho período es idiográfica y posee de 300 a 500 figuras, el número depende de cómo se separen los afijos de los llamados signos principales, así que todavía pasará algún tiempo antes de que los especialistas pueden descifrarlos todos.
En matemáticas tuvieron logros que adelantaron con mucho a la del cero y la numeración posicional. En astronomía calcularon con gran exactitud el año solar al que dividieron en 18 meses de 20 días cada uno, poseían también un año sagrado, tzolkin, a través del cual los sacerdotes detectaban las influencias buenas y malas de cada día de acuerdo con un significado esotérico de los números y de los días-signo, y una serie de ciclos: uinal de 20 días, tun de 360, katun de 7.200, bactun de 144.000 y el alautun, de 12.040.000.000. El códice de Dresden contiene tablas lunares y venusianas muy precisas, así como un método para predecir eclipses solares.

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