Los hombres han usado gemas en la joyería durante miles de años. En Babilonia, hace cuarenta siglos ya se compraban y se vendían. Los antiguos egipcios hacían expediciones a las regiones remotas en busca de gemas que luego tallaban y colocaban en complicadas montaduras. En las tumbas de los hombres prehistóricos se han encontrado collares de cuentas. Las gemas son muy estimadas por su belleza y por su duración ilimitada.
Las gemas son costosas porque son muy raras. Se les conoce también con el nombre de piedras preciosas.
Los diamantes son las gemas más apreciadas. Esto se debe a su brillo. Los diamantes son cristales de carbono. Los mejores se encuentran en el África del Sur.
Los rubíes, los zafiros, los topacios, los circones, las amatistas, las aguamarinas, las turquesas y los granates son cristales de diferentes minerales.
Los rubíes y los zafiros son cristales de un mismo mineral llamado corindón. Los bellos colores de estas gemas se deben a las impurezas del mineral. Los rubíes grandes son unas de las piedras preciosas más raras y hermosas.
Los rubíes y los zafiros también se pueden fabricar y se les conoce con el nombre de "gemas sintéticas". Son mucho más baratos que los naturales del mismo tamaño.
Las esmeraldas son de un bello color verde. En la antigüedad hubo famosas minas de esmeraldas a orillas del mar Rojo. Actualmente, las esmeraldas más finas se extraen de las minas de Colombia, en América del Sur.
Ninguna gema se ha usado tanto como la turquesa. Las mejores se producen en Irán. La antigüedad de las minas de turquesas en esa región se pierde en los anales de la historia. Los antiguos egipcios también extraían estas gemas de sus minas.
Las amatistas son cristales de un mineral llamado cuarzo. El cuarzo se encuentra en muchos colores diferentes, pero sólo se llama amatistas a los cristales de color de flor de alhucema o púrpura.
Las perlas son muy diferentes de las demás gemas. No se extraen de las minas. Se forman en el interior de las conchas de cierta clase de ostras. Se forman muchas, pero no todas son lo suficientemente bellas para ser llamadas gemas.
Siempre han existido supersticiones con relación a las gemas. Se creía que los diamantes protegían a sus poseedores contra cualquier peligro. También se pensaba que los rubíes proporcionaban riquezas, salud, sabiduría y felicidad. Estas creencias son, naturalmente, fantasías.