Un sonido se caracteriza por la altura, la intensidad y el timbre.
La altura. Cuando se habla de música, se indican frecuentemente los sonidos altos (o agudos) y bajos (o graves). ¿Qué significan estos adjetivos? Si el número de vibraciones en un segundo (es decir, la frecuencia) es elevado, al sonido se le dice agudo; si el número de vibraciones es bajo, se lo llama grave.
La intensidad. Solemos decir, simplemente, que los sonidos pueden ser fuertes o débiles. En lenguaje técnico, la medida de la "fuerza" de los sonidos se llama intensidad. Un sonido es tanto más intenso cuanto más amplias son las vibraciones; un sonido es tanto más débil cuanto menos amplias son sus vibraciones.
El timbre. Es la propiedad que permite distinguir los diversos orígenes de los sonidos que tienen la misma altura e intensidad. ¿Cómo alcanzamos a distinguir si un determinado motivo musical es emitido por un acordeón o por un piano? Con uno u otro instrumento las notas del motivo son siempre las mismas: tienen, entonces, la misma altura y pueden tener la misma intensidad. La distinción es, sin embargo, posible porque un sonido no es nunca simple, es decir, no es nunca el producto de una sola onda, sino de muchas. El conjunto de estas vibraciones que se superponen constituye el timbre. Y por esto es posible distinguir el sonido de un piano del de un acordeón, puesto que las vibraciones de la caja armónica del piano dan a las notas un timbre diferente del que dan a las mismas notas las vibraciones del fuelle y de la armazón de un acordeón.