Debido a su forma y solidez, los jerrycans permiten transformar un camión corriente en camión cisterna. En efecto, basta con apilar los bidones como si fueran cajas. Gracias a sus estrías, las superficies conservan su rigidez. Al llegar a su destino, la gasolina puede ser distribuida según convenga, ya que se halla acondicionada en envases. En la actualidad se fabrican jerrycans de plástico, más ligeros, en los cuales los aficionados al camping guardan el agua.