El anestesista desempeña un papel esencial en el equipo de médicos especialistas que asisten a un cirujano: hace que el enfermo sea insensible al dolor y permite que pueda soportar mejor la operación.
La importancia del trabajo del anestesista en el equipo quirúrgico es cada vez mayor. Antes de la operación, tras un profundo examen del enfermo y después de conocer el resultado de los análisis, este médico decide que procedimiento anestésico conviene emplear: anestesia total o parcial; es decir, supresión total de la conciencia o insensibilización local. En el momento de la operación, el anestesista insensibiliza al paciente mediante una inyección o haciéndole inhalar una sustancia adecuada; a continuación, gracias a un moderno equipo electrónico, controla minuciosamente la respiración, la circulación, el sistema nervioso, etc., y esta dispuesto a intervenir a la menor señal. Una vez terminada la operación, su misión consiste en reanimar al paciente.