Hay tres razones:
• La primera es el clima mediterráneo, que presenta un verano muy caliente y seco, lo que favorece los incendios; la cama de hojas secas y las hierbas se encuentran en tal estado de sequía, que se pueden encender muy fácilmente.
• La segunda razón es que, por otra parte, se ha favorecido la siembra de coníferas, debido a su rápido crecimiento y la calidad del papel que se obtiene de ellas.
• Por último, el Mediterráneo es una zona muy poblada, la presión de urbanizadores y constructores es muy fuerte; se ha tratado de proteger los bosques prohibiendo la construcción en zonas boscosas, pero es evidente que la destrucción criminal de estos recursos naturales es una forma indirecta de levantar la prohibición.