En regiones invadidas por la nieve, en las construcciones de cualquier tipo, especialmente en las viviendas y caminos, el hombre debe tenerla en cuenta. Cuando los constructores en las regiones frías proyectan una casa, no pueden pasar por alto el peso de la nieve que se acumulará sobre el techo en el invierno. En la práctica se calcula que la nieve pesa alrededor de 80 a 90 Kg. por metro cúbico, tratándose de nieve reciente y de 200 a 800 Kg. tratándose de nieve en licuación. En la construcción de los techos se calcula, en consecuencia, que deben soportar un peso de casi 100 kilogramos por metro cuadrado. Ello explica por qué en las zonas frías donde abundan las nevadas se construyen los techos muy inclinados. En las montañas, la nieve acumulada en las pendientes suele precipitarse sobre los valles en peligrosos aludes. Para evitarlo, se construyen parapetos que consisten en resistentes barreras que protegen casas y caminos. En los puntos más expuestos, se perforan túneles que permiten el tránsito también durante la estación invernal.