En la mitología griega, Jasón fue el líder en la famosa expedición de los Argonautas. Jasón fue hijo de Esón, rey de Tesalia. Esón se cansó de sus responsabilidades y le entregó el reino a su hermano Pelias, a condición de que se lo cediese a Jasón cuando este alcanzara la edad suficiente para reinar.
Cuando Jasón llegó a la edad adulta, exigió sus derechos. Pero Pelias no estaba dispuesto a ceder la corona, por lo que urdió un astuto plan para deshacerse de Jasón. Pelias le dijo a su joven sobrino que estaba dispuesto a renunciar al reino, pero que sería mucho más conveniente que Jasón realizara algún acto de valor, por el cual el joven podría ganar riqueza y fama antes de dedicarse a la tarea de gobernar.
Pelias sugirió una expedición en busca del vellocino de oro, que, según la leyenda, se encontraba en la Cólquida, en la orilla oriental del Mar Negro. Jasón se preparó lo mejor que pudo y equipó una expedición.
El mismo construyó un barco que podía contener a cincuenta hombres. Después de varias visicitudes, Jasón consiguió el vellocino de oro y una esposa, Medea, hija de Eetes, pero no estaba muy contento con ella. Medea, con sus hechicerías había restablecido la juventud de su padre. Jasón finalmente la abandonó por otra mujer. Medea, en la rabia por la infidelidad de Jasón, mató a sus propios hijos, prendió fuego al palacio, y se fue para nunca más volver.
Jasón, de acuerdo con algunas versiones, se suicidó poco después. Otra versión de la historia dice que perdió la vida accidentalmente.