Aunque la novia al casarse lleva un velo el cual la hace más atractiva, esta no es la razón original por la que los velos se utilizan en la ceremonia nupcial.
En las sociedades antiguas, los matrimonios eran normalmente arreglados por los padres de la novia y el novio. Y era costumbre que el novio no debía ver a la novia hasta el día de su boda, cuando parte de la ceremonia incluía descubrir su rostro.
Esta costumbre fue seguida por los antiguos romanos, hebreos e hindúes, y muchos pueblos más de la antigüedad europea y asiática.
Pero el velo también se usaba como una protección contra los malos espíritus y el mal de ojo. La novia se ponía el velo como si fuera un disfraz, para que los espíritus malignos, que odiaban las bodas y estaban celosos de la felicidad de la novia, no supieran quién era, y por lo tanto no pudieran causar problemas en la ceremonia nupcial.
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