Afirmar que la inmensa mayoría de los relojes marcan la hora podría parecer una perogrullada. Sin embargo, no lo es, ya que algunos de ellos -los de arena, por ejemplo— en vez de marcar la hora "miden el tiempo". Como la arena que encierran los relojes de este último tipo —muy fina— cae lenta y regularmente, estos aparatos son de una precisión considerable. En la actualidad, se siguen usando para medir el tiempo de cocción de un huevo o la duración de una llamada telefónica. Sin embargo, e nuestros días, el ama de casa dispone de aparatos mas precisos: el cuentaminutos sonoro la avisa cuando ha transcurrido el tiempo de cocción y el automático detiene la cocción en el momento oportuno.