La palabra "calendario" deriva del nombre del primer día del mes romano, "las calendas". Los romanos tenían la costumbre de pagar sus deudas el citado día. Como los meses griegos no tenían calendas, los romanos decían que los malos pagadores liquidaban sus deudas "en las calendas griegas". Fue Julio César quien estableció el calendario de doce meses con tres años normales de 365 días y un año bisiesto de 366 con objeto de que se adaptara mejor a la duración de la circunvalación anual de la Tierra alrededor del Sol.