Un escalofrío es un temblor que sacude todo el cuerpo. Es ordenado por el cerebro a los músculos cuando tenemos frío. Estos movimientos musculares involuntarios nos ayudan a entrar en calor.
El calor del cuerpo proviene principalmente de las combustiones lentas que se producen en los músculos. Algunas células nerviosas de nuestro cerebro reaccionan y hacen reaccionar a nuestro cuerpo cuando la temperatura de este baja de forma peligrosa para nuestra salud. Provocan movimientos musculares involuntarios que producen calorías y determinan la elevación inmediata de la temperatura de nuestro cuerpo. Los escalofríos provocados por la fiebre colaboran con su aportación calorífica en la lucha contra la infección y sus microbios.
La conocida "piel de gallina" se asocia con la sensación de frío. En el caso de poblaciones nativas de Siberia, se ha descubierto que estas presentan adaptaciones genéticas al frío que le ayudan a que la grasa corporal produzca calor de forma directa sin necesidad de tener que tiritar.