Las máquinas térmicas son dispositivos que convierten el calor en trabajo para diferentes fines, como mover un coche, un avión o un cohete, mover un generador que produzca energía eléctrica, enfriar el aire dentro de un refrigerador, etc. Para que funcionen las máquinas térmicas debemos contar con fuentes de calor. Las principales fuentes de calor de que disponemos son el Sol, las reacciones nucleares, los combustibles como el petróleo, la madera o el carbón, y los alimentos que nos proporcionan calorías al consumirlos. (Nosotros también somos máquinas térmicas.) Hay dos clases de máquinas térmicas muy importantes: las de combustión externa y las de combustión interna.