La tensión superficial es exclusiva de los líquidos y ocurre en la superficie libre que da hacia el aire, donde se forma una capa que se comporta como si fuera una membrana elástica tensa. Esto se debe a que todas las moléculas de un líquido están rodeadas por otras moléculas que se atraen entre ellas, excepto las que están en la superficie, que tienen "compañeras" solo a los lados y hacia abajo. Como las moléculas de la superficie son atraídas más hacia un lado que hacia el otro se forma entonces esta pequeña capa que hace que el líquido tenga un comportamiento peculiar en su superficie. La tensión superficial es la que hace posible que algunos insectos puedan pararse y caminar sobre el agua.