América constituía una barrera sin fisuras entre el Atlántico y el Pacífico. Actualmente, sin embargo, el canal de Panamá, construido en América central, permite a la navegación el paso de uno a otro océano.
Iniciado en 1880 por el francés Fernando de Lesseps, el canal de Panamá fue terminado en 1914 por ingenieros americanos. Tiene 79,6 kilómetros de largo, una profundidad siempre superior a los 12 metros, lo cual permite surcarlo a los navíos de menos de 35000 toneladas: entran por el puerto de Colón, siguen un canal rectilíneo de 15 kilómetros, pasan por tres esclusas y entran, 26 metros más arriba, en el lago de Gatún. Entonces atraviesan el lago, llegan hasta el estrecho de la Culebra, que corta la cordillera montañosa a 85 metros de altitud, y descienden luego hacia el Pacífico por tres esclusas de 305 metros de longitud. Pero los petroleros gigantes no pueden pasar por el Culebra. Por ello, se intenta alargarlo y darle mas profundidad.