Los espeleólogos son los exploradores de los espacios subterráneos. Se recluían a menudo entre los sabios apasionados por la biología, la geología, la física y la química. Algunas de las cuevas exploradas por los espeleólogos se convierten, tras ciertas reformas, en lugares de atracción turística: la caverna del Mamut, las grutas de Postojna y las cuevas del Drac son otras tantas maravillas, dignas de ser contempladas. Por otra parte, existen grutas, como la sima Berger, en Isére, Francia, que albergan importantes reservas de agua utilizables en las centrales hidroeléctricas.