El electricista pone a punto las instalaciones eléctricas privadas, tanto en el interior como en el exterior de los edificios, y repara las mismas cuando sufren una avería.
El electricista realiza las instalaciones privadas de los abonados o bien las instalaciones generales de un edificio en construcción. En este caso recibe planos y esquemas a partir de los cuales coloca los cables, hilos, enchufes, interruptores, fusibles, etc. Generalmente, trabaja en equipo, con una o más personas. La situación de las instalaciones le obliga, a veces, a tener que estar bastante tiempo en posiciones incómodas. Por regla general, el electricista trabaja por su cuenta o por la de una tienda de aparatos eléctricos, aunque también puede emplearse en una gran empresa; sea como sea, su oficio, como el de fontanero, esta muy solicitado, debido a las frecuentes averías que se producen en las viviendas.