La cría del gusano de la seda y el aprovechamiento de los capullos se conoce con el nombre de sericicultura. Los principios seguidos son los mismos en todas partes, pero los detalles varían en los diferentes países. Puesto que el Japón es un país que produce seda de excelente calidad, describiremos aquí los métodos que se emplean en aquel país.
Los gusanos de seda japoneses empiezan su vida en establecimientos que cuentan con autorización del gobierno para criar y vender huevos de gusanos. Estos establecimientos garantizan que sólo venden huevos en buenas condiciones. A este fin, crían y reproducen mariposas en un medio apropiado. El examen microscópico de las mariposas asegura la buena calidad de los huevos.
Las mariposas madres ponen cada día aproximadamente 400 huevecillos sobre cartulinas especialmente preparadas. El período natural de incubación es de nueve meses. Los obreros sumergen los huevos en una solución química y luego los guardan a temperaturas próximas a la de congelación del agua para poder regular la incubación. Una tercera parte de la cosecha de primavera sale del huevo en mayo o junio, una tercera parte más tarde, en el verano, y la otra tercera parte, en el otoño.
Los gusanos se crían principalmente en pequeñas granjas situadas en regiones montañosas. El granjero cultiva arroz en la parte baja y húmeda de sus tierras, y moreras, en las partes más altas y más secas. Toda la familia ayuda a cuidar los gusanos.
El granjero compra los huevos de los gusanos a una estación dedicada a esta misión, que generalmente es una sucursal local de algún establecimiento de los que se dedican en gran escala a la producción de huevos con la licencia correspondiente. Quizás compre una onza, esto es, de 30 000 a 40 000