La mayoría de los mamíferos tiene orejas largas que sobresalen de su cabeza, y las pueden mover hacia los sonidos. Esto les ayuda a descubrir de donde precede el peligro. Los humanos, al tener menos enemigos, no necesitan un oído tan sensible y, por lo tanto, nuestras orejas son mas pequeñas y planas, y menos móviles. (¡Al menos en la mayoría de los casos!) Las orejas pequeñas y planas son las mejores para oír al mismo tiempo toda clase de sonidos provenientes de diferentes direcciones. Si, tenemos músculos que mueven las orejas, ¡y algunas personas las hacen oscilar de manera notable! Las partes semiflexibles de la oreja la ayudan a regresar a su forma correcta cuando la doblamos.