Es muy conocido de todos el fraile de madera recortada cuyo capuchón se baja cuando el aire está húmedo. Este movimiento se consigue por un hilo de tripa que se estira bajo el efecto de la humedad. Los cabellos presentan la misma propiedad y suelen emplearse, como la tripa, en los higrómetros, que sirven para medir la humedad del aire. Los higroscopios pueden utilizar también las propiedades que tienen ciertos cuerpos de modificar su color al absorber el vapor de agua. Así, el cloruro de cobalto, que es azul en estado anhidro, se vuelve rosa en el aire húmedo. Este producto químico es el que da color a las figuritas que a veces venden los pequeños comerciantes.