En 1771 el inglés Richard Alkwright unió varias máquinas en un sólo taller para formar una hilandería de gran producción. Más tarde, en 1798, Eli Whitney, de los Estados Unidos, fabricó las primeras piezas con moldes idénticos en su empresa de mosquetes. Basándose en estas dos ideas, el inglés Marc I. Brunel organizó en 1808 el primer sistema de fabricación en serie de la historia, en los muelles de Portsmouth. Su función era troquelar poleas para los barcos de vela. La industria de Brunel producía 160,000 unidades al año con 43 máquinas y sólo 10 operarios. Antes de su invento se necesitaban 110 trabajadores para alcanzar ese ritmo de fabricación.