Cuando vaya a tomar el sol, recuerde este consejo: utilice lentes de color amarillo o ámbar -o las oscuras de toda la vida-y olvídese de las de tintura azul, por muy atractivas que le parezcan. ¿Por qué? Su salud ocular se lo agradecerá, o eso es por lo menos lo que afirma la doctora Janet Sparrow, profesora de la Universidad de Columbia (EEUU). Según Sparrow, las lentes azules seleccionan la luz azul, que es pésima para los ojos. Por el contrario, las lentes amarillas filtran esta luz, logrando reducir sus efectos nocivos. Otro consejo: vigile que sus gafas filtren siempre los rayos UV.