Estados Unidos y Canadá se reparten las cataratas del Niágara, una de las más famosas atracciones turísticas, situada entre los lagos Erié y Ontario.
Niágara es un nombre indio que significa "el trueno de las aguas". Quince mil metros cúbicos de agua, cayendo desde una altura de 47 metros, producen un ruido ensordecedor. La fuerza del agua al caer es tal que, progresivamente, va gastando la roca y la cascada retrocede hacia el lago Erie. Hace 20.000 o 30.000 años, las aguas del río Niágara caían a pico en el lago Ontario; actualmente, las cataratas distan unos 10 kilómetros del mismo. Los turistas son conducidos en embarcaciones hasta las proximidades de las cataratas y a través de subterráneos excavados en la roca pueden incluso acceder a la parte posterior de la muralla líquida. En este caso, sin embargo, conviene proveerse de indumentaria impermeable.