Es sabido que una brújula (o compás señala siempre el norte. No obstante, la brújula es inservible en las proximidades de los polos magnéticos; por esta razón los aviones modernos no pueden recurrir a ella. En su lugar utilizan el girocompás cuyo volante es accionado a gran velocidad por un motor eléctrico. Por mucho que se mueva el avión, el eje giroscópico se mantiene constantemente en la dirección en que ha sido colocado. No le afectan las perturbaciones atmosféricas ni las influencias magnéticas.