Según su forma y posición, las nubes se clasifican en cuatro tipos: los cirros, blancos y muy diluidos, se estiran en largos filamentos y presagian lluvia; los estratos, en forma de bandas horizontales, aparecen en el cielo al ponerse el sol: los nimbos, nubes bajas de color gris, cargadas de lluvia; y los cúmulos, grandes nubes blancas que vagan por el cielo azul cuando hace buen tiempo. Pero las formaciones nubosas son inestables y se mezclan formando tipos mixtos: cirro-cúmulos, estra-to-cúmulos, cúmulo-nimbos, alto-cúmulos (nubes de altura), etc.