Siempre se creyó que se usó mano de obra esclavizada para construir las pirámides en Egipto; incluso el libro del Éxodo menciona de la esclavitud del pueblo judío para ejercer como obreros en la elaboración de ladrillos cocidos para las grandes construcciones faraónicas. Sin embargo, excavaciones realizadas por el arqueólogo Zahi Hawass en 2009, cerca de las pirámides de Giza, dieron con tumbas de hace cuatro mil quinientos años que pertenecían a artesanos y oficiales que vivían con sus familias en complejos habitacionales en las cercanías de las pirámides y por cuyo trabajo recibían sustento y sueldo.