Las Gárgolas son extrañas figuras de piedra con formas entre humana y animal. Se sientan en los bordes de los techos de muchas viejas catedrales, palacios y otros altos edificios. Pero estas figuras aterradoras no están allí para ahuyentar a los transeúntes, sino que sirven a un propósito muy útil.
Las Gárgolas son en realidad objetos donde se recoge la lluvia que fluye desde el tejado. Esta agua brota de las bocas de las gárgolas para que caiga directamente en la calle, en lugar de que el agua gotee abajo por las paredes del edificio y que lo dañe.
Los canteros que crearon estas gárgolas en la época medieval se dice que representaron a sus amigos y conocidos en las formas grotescas de estas gárgolas.
Algunas personas creen que las gárgolas obtuvieron sus nombres de gargouiller palabra francesa que significa "hacer gárgaras". Tal vez esto es cierto, ya que las personas hacen extrañas e incluso grotescas caras al hacer gárgaras con el agua en la garganta.