Así como las personas en la antigüedad creían que las piedras preciosas que usaban podrían influir en sus personalidades y darles suerte, también creían que estas piedras podían prevenir o curar algunas enfermedades.
Esta gente creía que:
Las amatistas podían curar los dolores de muelas y dolores de cabeza.
Los diamantes podían curar la lepra, la locura y evitar pesadillas.
Las ágatas podían reducir la fiebre.
Los zafiros protegían a la gente de los malos espíritus de las tinieblas.
El jade colocado alrededor de las muñecas de los niños chinos o en los tobillos les protegería de todo mal.
Las perlas para los hindúes, eran una protección contra todos los males.
Los granates, por su color rojo como el de la sangre, mantenía a su portador libre de cualquier lesión.
Los ópalos guardaban la vida del usuario y mantenían a las personas rubias con el pelo siempre rubio.
La turquesa impediría a un jinete caerse de su caballo.