Página de curiosidades y más: Curiosidades sobre los vampiros

Muchos estudiosos argumentan que la palabra "vampiro" viene del húngaro vampir o del turco upior, es decir, upyr "bruja".
El vampiro más famoso de todos los tiempos, es el Conde Drácula.
Los monumentos prehistóricos de piedra llamado "dólmenes" se han encontrado sobre antiguas tumbas en el noroeste de Europa. Los antropólogos especulan que se colocaron sobre las tumbas para evitar que los vampiros se salieran.
Una rara enfermedad llamada porfiria (también llamada enfermedad del "vampiro" o de "Drácula") tiene síntomas que se atribuyen a los vampiros, como una extrema sensibilidad a la luz solar y, a veces vellosidad. En casos extremos, los dientes pueden mancharse de color marrón rojizo.
Considerada como una "verdadera" vampiro, Elizabeth Bathory (la condesa sangrienta), supuestamente se bañaba en la sangre de jóvenes vírgenes,
Una de las primeras narraciones acerca de los vampiros se encuentra en el mito sumerio y babilónico que data del 4.000 a. C. que describe al ekimmu o edimmu. El ekimmu es un tipo de un espíritu o demonio el cual no fue enterrado adecuadamente y ha vuelto como un espíritu vengativo para chupar la vida de los vivientes.
Mientras que los vampiros y zombies en general pertenecen a los "muertos vivientes", hay diferencias entre ellos en función de la mitología de la que surgieron. Por ejemplo, los zombis tienden a tener un coeficiente intelectual más bajo que los vampiros, prefieren los cerebros y la carne en vez de estrictamente sangre, y son inmunes al ajo.
Un vampiro supuestamente tiene el control sobre el mundo animal y puede convertirse en murciélago, rata, búho, polilla, zorro o lobo.
En 2009, el cráneo de una mujer del siglo XVI con un ladrillo encajado en la boca fue encontrado cerca de los restos de víctimas de la peste. No era raro que durante ese siglo se colocara una piedra o ladrillo en la boca de una persona muerta sospechosa de vampirismo y así evitar que se alimentara de los cuerpos de otras víctimas de la peste o que atacara a los vivos.
El Drácula de Bram Stoker (1897) sigue siendo una influencia duradera en la mitología de vampiros. Algunos estudiosos dicen que es claramente una alegoría cristiana, mientras que otros sugieren que reflejan ciertas ansiedades psico-sexuales de la era victoriana.
Según algunas leyendas, si alguien fue mordido por un vampiro, él o ella debe beber las cenizas de un vampiro quemado.
Un vampiro no puede cruzar un umbral salvo que sea invitado. La conexión entre el umbral y los vampiros parece ser un concepto de complicidad. Una vez que un compromiso se hace para permitir el mal, el mal puede volver a entrar en cualquier momento.
Tras el advenimiento del cristianismo, los métodos para repeler a los vampiros comenzaron a incluir el agua bendita, crucifijos, y hostias.
El ajo es un repelente tradicional de vampiros, se ha utilizado como una forma de protección por más de 2.000 años.
Si bien el consumo de sangre no es suficiente para definir un vampiro, es una característica abrumadora. En algunas culturas, beber la sangre de la víctima permite absorber la fuerza de ésta, tomar cierta cualidad de un animal, o incluso hacer que una mujer sea más fecunda.
Las sirenas también puede ser vampiros, pero en vez de chupar sangre, chupan el aliento de sus víctimas.
Al fin del siglo XX, ya se habían hecho más de 300 películas sobre vampiros, y en más de 100 de ellas aparece Drácula. También se habían publicado 1000 novelas de vampiros, la mayoría en los últimos 25 años.
Algunos historiadores argumentan que el príncipe Carlos de Inglaterra es un descendiente directo de la Vlad el Empalador, el hijo de Vlad Dracula.