Un libro chino escrito en el 200 a. C. menciona un método para aliviar el dolor y tratamiento de enfermedades que ya era viejo en ese tiempo. Este procedimiento antiguo, llamado acupuntura, todavía se practica actualmente, no sólo en China, sino en muchas partes del mundo occidental.
La acupuntura se basa en la idea de que todo en la vida es un equilibrio de dos fuerzas, el Yin, que representa lo débil y las fuerzas negativas; y el Yang, que representa lo poderoso y las fuerzas positivas. Esta idea de la correlación de fuerzas también se aplica a nuestros cuerpos. Así que, si hay un superávit o déficit de una u otra de estas fuerzas, el cuerpo se enferma.
Para tratar esta enfermedad, el acupuntor introduce agujas muy finas en la piel, en cualquiera de los cientos de puntos especiales del cuerpo, puntos que se alínean en el flujo del Yin y el Yang. De esta manera, el acupuntor estimula el flujo de Yin o Yang, y restablece un equilibrio adecuado.
Los médicos chinos incluso realizan operaciones de gran envergadura con la acupuntura como única anestesia, ¡y los pacientes afirman no sentir dolor!
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