El objeto que explotó sobre Siberia en 1908 no necesitó ser de gran tamaño, como habían asumido los científicos, para producir tal grado de devastación.
Fue lo que mencionaron investigadores de los Laboratorios Sandia, en Estados Unidos.
Si su estudio es correcto, podrían aumentar las estimaciones de asteroides que amenazan a la Tierra. Estadísticamente, el Sistema Solar, es hogar de una mayor cantidad de asteroides pequeños que aquellos de gran tamaño.
En el conocido incidente de Tunguska, un cometa o meteorito explotó varios kilómetros por encima del suelo siberiano. La bola de fuego provocada por la explosión arrasó con 2000 kilómetros cuadrados de bosques cerca del río Tunguska. Las estimaciones previas sobre el tamaño del objeto rondaban los 70 metros de diámetro.
El equipo de los Laboratorios Sandia simularon los efectos en el terreno de tales explosiones. Y descubrieron que una explosión de 3 a 5 megatones concordaba con los daños observados en Tunguska en vez de los 10 a 20 megatones que previamente se habían asumido.
Todo lo anterior lleva a la conclusión de que aún los asteroides de menor tamaño implican un gran daño para la Tierra.
Fue lo que mencionaron investigadores de los Laboratorios Sandia, en Estados Unidos.
Si su estudio es correcto, podrían aumentar las estimaciones de asteroides que amenazan a la Tierra. Estadísticamente, el Sistema Solar, es hogar de una mayor cantidad de asteroides pequeños que aquellos de gran tamaño.
En el conocido incidente de Tunguska, un cometa o meteorito explotó varios kilómetros por encima del suelo siberiano. La bola de fuego provocada por la explosión arrasó con 2000 kilómetros cuadrados de bosques cerca del río Tunguska. Las estimaciones previas sobre el tamaño del objeto rondaban los 70 metros de diámetro.
El equipo de los Laboratorios Sandia simularon los efectos en el terreno de tales explosiones. Y descubrieron que una explosión de 3 a 5 megatones concordaba con los daños observados en Tunguska en vez de los 10 a 20 megatones que previamente se habían asumido.
Todo lo anterior lleva a la conclusión de que aún los asteroides de menor tamaño implican un gran daño para la Tierra.