Los rascacielos nacieron en los Estados Unidos. Si bien ya se habían construido varios edificios de gran altura a fines del siglo XIX, el primer rascacielos propiamente dicho fue el Home Insurance Building construido en 1899, cuya altura era de 30 plantas.
En las primeras décadas del siglo veinte, nueve de los diez edificios más altos se construyeron en ese país. El décimo se encontraba en Toronto, Canadá.
Hoy en día sólo se encuentran dos en E.U. (el Sears Tower en Chicago y el Empire State Building en Nueva York), mientras los otros ocho se levantan en Asia. Los desarrolladores estadounidenses no se animan a construir tan alto debido a la economía y a los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Incluso antes de esta fecha, en los países occidentales, los rascacielos habían perdido su símbolo como parámetro de riqueza, poder e importancia, ésto a diferencia del resto del mundo donde aún conservan ese status.