¿Cuándo se construyó la torre Eiffel?


   La torre Eiffel es conocida en el mundo entero; y si bien es verdad que su concepción estética ha sido siempre muy discutida, resulta innegable que la silueta de sus vigas metálicas se ha convertido en el símbolo de París, capital de Francia.
   Fue construida para la Exposición Universal de 1889 por el ingeniero Gustavo Eiffel, que ideó la estructura metálica de gran envergadura. Durante mucho tiempo fue el monumento más alto del mundo. Medía 300 metros, pero actualmente, con su antena emisora de televisión, ha alcanzado los 320,755 metros. Contiene 7 700 toneladas de hierro; fueron necesarios 2 500 000 remaches para unir la estructura. Sus tres plataformas a 57, 115 y 276 metros, acogen a los visitantes llegados para admirar el panorama de París y sus alrededores. En lo alto de la torre, el ingeniero Eiffel se hizo disponer un apartamento desde donde el general Ferrier transmitió las primeras emisiones francesas de T.S.H. (telegrafia sin hilos).

Tarzán de los monos


   ¿Quién no ha oído hablar de Tarzán, el muchacho de raza blanca criado entre las fieras de la selva africana? Hijo de unos aristócratas ingleses que encontraron la muerte al estrellarse el avión que los conducía, el pequeño Tarzán, que sobrevivió al accidente, es criado por una gigantesca mona, que el muchacho considerara luego como madre adoptiva. Con el tiempo, Tarzán se convierte en el rey de los monos, y es obedecido por muchos animales y temido por otros...
   La primera novela sobre Tarzán, tan popularizado luego por el cine, se llamó Tarzán de los monos. Apareció en 1914, y ha tenido innumerables continuaciones. Una de las últimas fue Tarzán el magnífico, aparecida en 1939. He aquí un pasaje de Tarzán en la selva, en el que se refleja la extraña angustia que se apodera de Tarzán cada vez que trata de recordar su pasado:
Aquella mañana, a primera hora, Tarzán de los monos había ido a la cabaña junto al mar, donde pasaba muchísimas horas en las ocasiones en que su tribu vagaba por los alrededores. En el suelo yacía el esqueleto de un hombre -todo lo que quedaba del primer lord Greystoke-, tal cual había caído como veinte años atrás, cuando Kerchak, el enorme mono, lo arrojó allí sin vida. Mucho tiempo hacía que las termitas y los roedores pequeños habían mondado los fuertes huesos del inglés. Durante años Tarzán había visto allí el esqueleto, sin dedicarle mas atención que a los innumerables miles de huesos que se encontraban en todos los parajes de la selva. En la cama descansaba otro esqueleto más pequeño, al cual el mozo no hacia tampoco caso. (Como podía saber que uno era de su padre y el otro de su madre?
   Aquel día estaba inquieto, y volvía las paginas primero de un libro y después de otro; contemplaba grabados que se sabía de memoria, y luego dejaba los libros a un lado. Por milésima vez se puso a revolver el aparador, y sacó una bolsa que contenía unos pedazos de metal pequeños y redondos. En los años anteriores había jugado con ellos centenares de veces; pero siempre los volvía a colocar cuidadosamente en la bolsa, y la bolsa en el aparador, en el mismo anaquel en que la descubrió la primera vez. Por modo extraño se manifestaba en el la herencia. Vástago de una raza ordenada, era ordenado también, sin saber por qué. Los monos dejaban caer las cosas en el mismo lugar en que perdían todo interés por ellas, ya fuera entre las altas hierbas, ya desde las elevadas ramas de los árboles. Lo que soltaban lo volvían a encontrar alguna vez, como por casualidad; pero no era tal la costumbre de Tarzán. Para sus pocos bienes tenía un sitio, y escrupulosamente volvía a su lugar cada cosa una vez que terminaba con ella. Las redondas piezas de metal de la bolsita siempre le interesaban. A cada lado tenían grabados en relieve, cuyo significado Tarzán no podía entender. Aquellos pedazos eran muy brillantes y relucientes. A Tarzán le divertía colocarlos sobre la mesa formando figuras diversas. Centenares de veces había jugado de igual modo.

Edgar Rice Burroughs nació en Chicago en 1875. Además de los 23 volúmenes de que consta la serie de Tarzán, escribió otras novelas sobre Marte, precursoras de la moderna literatura de ciencia ficción. Sus obras han sido traducidas a todos los idiomas cultos y adaptadas a la radio y al cine. Murió en 1950.

Las ruinas de Pompeya


   Pompeya era una ciudad de 30 000 habitantes, al pie del mismo Vesubio. que fue sepultada por la lava y las cenizas en una violenta erupción del volcán en el ano 79 de nuestra era.
   Pompeya fue una ciudad próspera y activa. Una brutal erupción del Vesubio, tras largos años de inactividad del volcán, la sepulto enterrándola bajo lava y ceniza, y aunque no la arraso totalmente la convirtió en una ciudad muerta. Los habitantes que no tuvieron tiempo de huir murieron asfixiados por los gases nocivos, o bajo la densa lluvia de piedras pequeñas y esponjosas, parecidas a la piedra pómez. A partir de 1750, fecha en que se iniciaron los trabajos de excavación en las cercanías de Nápoles, la ciudad ha sido desenterrada y los objetos y el mobiliario encontrados han permitido reconstruir con mucha precisión la vida cotidiana de la ciudad. Los habitantes sorprendidos por la muerte quedaron sepultados entre las cenizas, en las cuales se descubren impresionantes figures humanas.