La cometa o papalote


   Tanto si se trata de un simple trozo de papel extendido sobre dos bastoncillos en cruz y que arrastra una cola de tiras de papel o retazos de tela, como si es un orgulloso artefacto celular de alerones simétricos, la cometa viene a ser, en resumidas cuentas, una especie de planeador cautivo. Se sostiene en el aire gracias al equilibrio que se establece entre la presión que el viento ejerce sobre su superficie, su propio peso (el menor posible. por descontado), y la resistencia que opone el cordel que lo sujeta por medio de un sistema de amarre adecuado.

   La cometa, conocida en Asia desde épocas remotas -goza todavía de gran popularidad en Tailandia y Japón-. ostenta cartas de nobleza científica y técnica. ¿Acaso no fue empleada por Franklin en sus memorables estudios sobre la electricidad atmosférica? En algunas ocasiones, también se emplearon cometas para llevar las amarras de un barco en peligro hasta la costa, y a comienzos de la Primera Guerra Mundial se utilizaron mucho para realizar observaciones de artillería. Los meteorólogos también se han servido de ella. Por último, mediante el empleo de una serie de cometas unidas entre sí, los hombres lograron, en varias ocasiones, remontarse por los aires, aunque estos experimentos no tuvieron consecuencias prácticas.

Rarezas en el mar de Tasmania

   En el mar de la costa sur de Tasmania, Australia, fue descubierta la increíble cantidad de 274 nuevas especies de animales marinos. El hallazgo se logró gracias al Proyecto para la Salud de las Insignias Oceánicas, que consiste en hacer un inventario de las especies marinas australianas. También se encontraron ochenta nuevos montes marinos. Esta investigación solo abarcó dos de las catorce reservas que tiene ese país. Los montes son vestigios de antiguos volcanes y se elevan entre 200 y 500 metros por encima del lecho marino, sitios que son hogar de numerosas especies de coral y esponjas.

   Entre las especies encontradas está el ejemplar del cangrejo Richopeltarion, uno de los crustáceos que vive a mayor profundidad en el mar. También se descubrió una mantarraya de la que sólo se conocía un espécimen muerto que apareció en las costas de Australia. Otra de las rarezas fue una esponja cristalina, tan frágil que no es posible trasladarla a la superficie sin romperla.

Los mares son más ácidos


   Aunque muchos creían que el equilibrio químico del mar era inalterable, la investigación llevada a cabo por científicos de Suecia y Australia descubrieron que el Ph del agua ha bajado 25 por ciento durante la era industrial. Esto implica que el índice de acidez ha subido, lo que afecta la reproducción de varias especies del mar. Una de las más perjudicadas es el erizo de mar, que como la mayoría de invertebrados se reproduce liberando sus huevos en el agua para que el macho los fertilice, pero en un ambiente de mayor acidez su capacidad reproductora se reduce 25 por ciento porque el esperma del macho viaja más despacio y además el proceso larvario es más lento lo cual puede llegar a ser un gran problema para su supervivencia.