De todos modos, el culteranismo aportó muchas cosas positivas, pues enriqueció el idioma con palabras nuevas y abrió nuevos caminos a la poesía. Muchas de las letrillas y romancillos que Góngora escribió no son tan complicados como los dos poemas citados, pues las compuso en metros cortos populares, como esta:
La más bella niña
de nuestro lugar
hoy viuda y sola
y ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Pues me diste, madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer
tan largo el penar.
Y me cautivaste
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad.
Dexadme llorar,
orillas del mar.
Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba en 1561. Al final de su vida se ordenó sacerdote y fue nombrado capellán de honor de la corte de Felipe III. Escribió letrillas, romances y dos extensos poemas: el Polifemo y las Soledades. Murió en Córdoba en 1627.