¿Quiénes fueron los creado­res del «socialismo utópico»?

   En Francia, como resultado inme­diato del ambiente revolucionario de finales del siglo XVIII, surgieron en los primeros años del XIX una serie de teorías políticas socialistas, pero con una fuerte carga utópica que, en cierto sentido, refleja la influencia del clima romántico del momento. Los precursores del lla­mado socialismo utópico francés fueron Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, nacido en París en 1760, y Francois Marie Charles Fourier, nacido en Besancon en 1772.
   Las teorías de Saint-Simon influye­ron en Auguste Comte y en mu­chos otros adeptos que intentaron llevar a la práctica sus doctrinas, pero posteriormente terminaron disgregándose. El saintsimonismo consideraba que el problema obrero era el más importante de la época y trataba de acabar con la explota­ción del hombre por el hombre. Pa­ra ello proponía la creación de una sociedad dirigida por sabios, in­dustriales y artistas que harían po­sible, según él, conseguir el ideal de que todos los hombres desarrolla­ran al máximo sus capacidades productoras. También aquí se piensa en un fundamento espiritual, en un nuevo cristianismo, casi tan pinto­resco como la Religión de la Huma­nidad de Comte, en la que la iglesia llegaría a ser sustituida por el taller. A pesar de su carácter utópico, en el saintsimonismo aparecen rasgos de lo que será la futura doctrina de las clases dirigentes y del autorita­rismo económico y, en general, tendrá gran influencia en el de­sarrollo del futuro socialismo eu­ropeo, y muy especialmente en el del francés.
   Fourier, mucho más utópico toda­vía, concebía una sociedad orga­nizada en una especie de comu­nidades industriales llamadas fa­lansterios, en los que se haría una distribución equitativa de los bene­ficios, según el trabajo que cada uno fuese capaz de realizar. En su obra principal. Nuevo modo in­dustrial y social, sostiene la teoría de que las pasiones humanas, al de­sarrollarse, tienden a hacer más atractivo el trabajo y contribuyen a la armonía de la sociedad. Se proponía aumentar la riqueza y no repartir la pobreza, al igual que otros socialistas prácticos poste­riores a él.