¿Por qué nos parecemos a nuestros padres?

   Los niños se parecen a sus padres a causa de los genes, que son una especie de código con instrucciones que llevan las células del cuerpo. Los genes dicen a las células en qué tipo de célula deben convertirse y se transmiten del padre y la madre al bebé. Por eso los niños suelen parecerse a sus padres.