¿Cómo se combaten el granizo y las heladas?

   Los actuales sistemas de lucha con­tra el granizo ya habían sido inven­tados y propuestos hace más de cien años por el poeta italiano Giangiorgio Trissino (1478 – 1550), quien escribió: «Se podría evitar fácilmente que el gra­nizo dañara las cosechas, instalando algunas bombardas en los montes sobre los que suelen acumularse las nubes que lo traen. Así, cuando se aproximaran dichas nubes, descargando contra ellas las bombardas se conseguiría romperlas, diluirlas, y el granizo no podría llegar al suelo.» Esta idea, que en aquellos tiempos debió parecer estrambótica, no era errónea, puesto que hoy en día exis­ten auténticas baterías de cohetes antigranizo, dotados de una cabeza explosiva dispuesta de tal forma que sólo pueda estallar en medio de la nube portadora de granizo. El desplazamiento de aire producido por la explosión interrumpe el pro­ceso de formación de los granos. Los hombres siempre se han defen­dido del hielo y las heladas utili­zando medios bastante eficaces. Los experimentos más antiguos, que se remontan a hace varios siglos, son también los más sencillos: se trata de hogueras encendidas a distan­cias regulares, en los campos, para impedir la formación de la escar­cha. Hoy en día se utilizan auténti­cas «ruedas de fuegos artificiales» accionadas por medio del gas, aun­que existen también otros sistemas como el de la niebla artificial, que se «extiende» sobre los campos pa­ra protegerlos de las heladas.