¿Quién fue la máxima figura de la medicina medieval?

   Pasó a la historia de Occidente con el nombre de Avicena, pero habría que transcribir su verdadero nombre: Abu Ali Husayn Ibn Sina. Avi­cena, de origen persa, fue la perso­nalidad más grande de la medicina islámica y una de las más grandes de la filosofía medieval, destacando también como matemático y astrónomo. Puede decirse que estuvo en posesión de un caudal enciclopédi­co de conocimientos. En lo que respecta a la medicina, ciencia que en la Edad Media con­taba con muy pocos fundamentos, Avicena destacó extraordinariamente. Profundo conocedor de los tex­tos médicos griegos, Avicena reelaboró toda la ciencia médica clási­ca, en especial la aportación de Gale­no, y la transmitió al mundo cultural islámico, que por su época (recién cumplido el año 1000 de nuestra era) tenía poderosa influencia. La gran obra de Avicena fue El Canon de la Medicina (Al-Qanun-fi-I-tibb), toda una enciclopedia médica que recogía la herencia grecolatina y la aportación de la medicina islámica, particularmente la persa. La influen­cia de la obra de Avicena en la me­dicina europea habría de ser extraor­dinaria, sobre todo a raíz de la tra­ducción que del Canon hizo al latín Gerardo de Cremona.